Podría salir por televisión dando consejos acerca de cómo realizar un trasplante de corazón sin siquiera haberme tomado la molestia de "ojear" Wikipedia y nadie me prestaría atención.
Pero, ¿Qué sucederá si el día de mañana alguno de estos idiotas como Cacho Castaña, Susana Gimenez o el "facha" (¿O facho?) Martel decidieran hacerlo? ¿Tendrían el apoyo y consentimiento de los mismos ignorantes que están de acuerdo con sus majestuosos conocimientos de derecho penal?
Es hora de que los idiotas hagan silencio y se didiquen a las mediocridades que toda su vida hicieron. Gracias a ellas lograron generar mucho dinero pero la inteligencia, afortunadamente, no se compra.
No se trata de ser de izquierda o de derecha sino de odiar y repudiar la estupidez. Esto es tarea de todos o al menos debería serlo.
Voy a fundamentar (como corresponde) el por qué de su estupidez: frases como "el que mata tiene que morir", "hagamos un paredón y fusilemos a todos" o "la ley debe ser dura" pueden salir de mentes pobres como las de las personas antes mencionadas.
De su ignorancia se infiere que nunca han tenido en sus manos un libro de Derecho Penal ni mucho menos la Constitucion Nacional. Y aquí es donde cometen el error fundamental: pedir "pena de muerte" cuando Argentina, por ser parte firmante de los tratados internacionales (con jerarquía constitucional desde 1994), se comprometió a no restablecerla debido a que en ese momento no regía en el país.
El hecho de declarar que la pena de muerte vuelve a regir en nuestro país ocasionaría un escándalo jurídico internacional de magnitudes bíblicas.
De lo antes dicho podemos concluir que los impulsos de aquellos ignorantes (que lamentablemente influyen a muchas personas) son erróneos de raíz.
Pueden tener el talento o la suerte de haber triunfado por sus dotes actorales, pero es vergonzozo que sus dichos sean tales y más aún, que tengan seguidores contados de a centenas.
No hay que hablar acerca de temas que ignoramos. Estas personalidades cometieron tal error.
"La ley debe ser dura" argumenta la mayoría.
Yo les preguntaría si no es duro para ellos pasar 25 años en prisión en caso de matar a otra persona. Si es que no se cometió ningún agravante.
La clave es pedir el cumplimiento de la ley, no leyes nuevas.
Las leyes existen y están vigentes pero son ignoradas o más bien eludidas.
Los sistemas de control efectivo no funcionan.
Como alguna vez dijo el genio Alejandro Dolina: "Siempre intentamos adecuar las leyes a nuestros intereses y el procedimiento correcto es el inverso".
Pero, ¿Qué sucederá si el día de mañana alguno de estos idiotas como Cacho Castaña, Susana Gimenez o el "facha" (¿O facho?) Martel decidieran hacerlo? ¿Tendrían el apoyo y consentimiento de los mismos ignorantes que están de acuerdo con sus majestuosos conocimientos de derecho penal?
Es hora de que los idiotas hagan silencio y se didiquen a las mediocridades que toda su vida hicieron. Gracias a ellas lograron generar mucho dinero pero la inteligencia, afortunadamente, no se compra.
No se trata de ser de izquierda o de derecha sino de odiar y repudiar la estupidez. Esto es tarea de todos o al menos debería serlo.
Voy a fundamentar (como corresponde) el por qué de su estupidez: frases como "el que mata tiene que morir", "hagamos un paredón y fusilemos a todos" o "la ley debe ser dura" pueden salir de mentes pobres como las de las personas antes mencionadas.
De su ignorancia se infiere que nunca han tenido en sus manos un libro de Derecho Penal ni mucho menos la Constitucion Nacional. Y aquí es donde cometen el error fundamental: pedir "pena de muerte" cuando Argentina, por ser parte firmante de los tratados internacionales (con jerarquía constitucional desde 1994), se comprometió a no restablecerla debido a que en ese momento no regía en el país.
El hecho de declarar que la pena de muerte vuelve a regir en nuestro país ocasionaría un escándalo jurídico internacional de magnitudes bíblicas.
De lo antes dicho podemos concluir que los impulsos de aquellos ignorantes (que lamentablemente influyen a muchas personas) son erróneos de raíz.
Pueden tener el talento o la suerte de haber triunfado por sus dotes actorales, pero es vergonzozo que sus dichos sean tales y más aún, que tengan seguidores contados de a centenas.
No hay que hablar acerca de temas que ignoramos. Estas personalidades cometieron tal error.
"La ley debe ser dura" argumenta la mayoría.
Yo les preguntaría si no es duro para ellos pasar 25 años en prisión en caso de matar a otra persona. Si es que no se cometió ningún agravante.
La clave es pedir el cumplimiento de la ley, no leyes nuevas.
Las leyes existen y están vigentes pero son ignoradas o más bien eludidas.
Los sistemas de control efectivo no funcionan.
Como alguna vez dijo el genio Alejandro Dolina: "Siempre intentamos adecuar las leyes a nuestros intereses y el procedimiento correcto es el inverso".