15 dic 2022

Circuito Chico (Bariloche) en bicicleta

Esta vez la visita fue a la imponente ciudad de Bariloche, en la cual me decidí a pedalear por el denominado Circuito Chico, un camino verdaderamente alucinante que ningún ciclista debe dejar pasar.

En aquél viaje realizado en 2014, en el cual pedaleamos desde Bariloche hasta San Martín de los Andes, no habíamos tenido mucho tiempo para conocer Bariloche, ya que solo estuvimos allí algunas horas, por lo cual esta vez me dediqué a explorarla. Mayormente se trató de caminatas por distintos lugares preciosos con lo que cuenta esta tan famosa ciudad, pero no quería dejar pasar la oportunidad de recorrer el tramo más representativo de Bariloche en dos ruedas.



El llamado Circuito Chico es el tramo circular que comienza en la rotonda del kilómetro 18 de la Avenida Bustillo. En principio se me había ocurrido alquilar una bicicleta en el centro de la ciudad y pedalear hasta el kilómetro 18, pero después me dí cuenta de que eso no tenía sentido, sobre todo por el gran caudal de autos y colectivos que en ese tramo transitan. Lo más conveniente es acercarse hasta el kilómetro 18 (el colectivo número 20, que sale desde el centro de la ciudad, los deja justo allí) y alquilar una bicicleta en Circuito Chico Adventure. Para sacarse el sombrero el servicio de este lugar: bicicletas de calidad, con freno a disco hidráulico, bien mantenidas, con la transmisión impecable, y como si todo esto fuera poco, a precio conveniente. La bicicleta se alquila por día y debe devolverse antes de las 18 horas, es decir que, cuanto más temprano vayamos, más tiempo tenemos para pedalear.




Este mapa muestra todos los lugares para visitar en el Circuito Chico. Una excelente explicación de la gente de Circuito Chico Adventure les servirá para saber cuáles son todos los puntos de interés, porque no se trata solo de recorrer la ruta sino también de ir ingresando a distintos miradores y sitios. Todo dependiendo de cuánto tiempo y resistencia física tengamos. 

El recorrido completo, pasando por Colonia Suiza y Villa Tacul, suma un total de 36 kilómetros (según el cartel, ya que no lo grabé en Wikiloc). En mi caso, una vez que lo terminé, hice 14 kilómetros más (7 km de ida y 7 km de vuelta), para tomar una cerveza y comer en Patagonia, ubicado en el kilómetro 24.7. De más está decir que, tratándose de Bariloche, las subidas y bajadas son constantes.

Recomiendan recorrer el circuito en sentido horario para evitar el tránsito vehicular inverso. Verdaderamente es un buen consejo, sobre todo para quienes no están habituados a circular por rutas.

A pocos kilómetros de haber comenzado, se cruza un puente  y se llega a la intersección con el camino de asfalto que va a Colonia Suiza.



Puente ubicado a 3 km del comienzo del circuito



Colonia Suiza

Es fundamental que si acceden a Colonia Suiza por el camino de asfalto, vuelvan también por ese camino, porque de lo contrario, se perderán el Punto Panorámico, que es una de las mejores vistas de Bariloche.



Punto Panorámico



Pedalear por estos lugares es un placer inmenso

Siguiendo por el circuito, se llega luego a la base del Cerro López, donde encontrarán el Arroyo López, y un poco más adelante, Bahía López, un lugar verdaderamente encantador. A Bahía López se accede por el arco que da la bienvenida al Hotel Alun Nehuen.



Bahía López

Avanzando unos kilómetros más, se arriba a Lago Escondido y luego a Villa Tacul, por un camino de tierra.



Lago Escondido



Villa Tacul


En Villa Tacul es altamente recomendable hacer una parada prolongada para realizar una caminata que nos llevará a todos los miradores del Cerro Llao Llao. Finalizado el tramo de tierra que nos depositará en una zona de estacionamiento vehicular, podemos atar la bicicleta al cartel del parque municipal (la empresa provee linga) y adentrarnos en el Sendero Cerro Llao Llao, una caminata de aproximadamente una hora y media (entre ida y vuelta), que nos permitirá admirar unos paisajes esplendorosos.








Cerro Llao Llao


Después de esta espectacular caminata, solo resta transitar el último tramo del circuito, en el cual se atraviesa Puerto Pañuelo y el famoso Hotel Llao Llao, para arribar nuevamente al punto de inicio unos 7 km más adelante. Como anticipé, una vez terminado el circuito y como conté con tiempo antes de devolver la bicicleta, volví a comenzarlo hasta el kilómetro 24.7 (a 7 km del inicio), para tomar una cerveza y comer algo en Patagonia.







Cervecería Patagonia (kilometro 24.7)


Así termina un nuevo relato, de un circuito que si están en Bariloche y les gusta pedalear, debe convertirse en visita obligada.


Gracias leer y hasta la próxima.


Actualización 24/1/2024. Por cualquier comentario o requerimiento de información, escribirme a leonelciliberto@gmail.com, ya que Blogspot dejó de notificarme acerca de la existencia de nuevos comentarios.

27 sept 2022

Crónica de un ilícito anunciado. La venta de pasajes aéreos no cancelables a través de internet

Crónica de un ilícito anunciado.

La venta de pasajes aéreos no cancelables a través de internet


Por Leonel Javier Ciliberto(*)

 

“Nada hay peor que una pistola cargada en un rincón,

y de la que no se usa;

llega un niño, se pone a jugar con ella y mata a su padre.

Las leyes en desuso son las más terribles de las leyes,

cuando el desuso viene de lo malo de la ley”[1]

Miguel De Unamuno.

 

 

SUMARIO. 1. Introducción - 2. Incumplimiento premeditado del art. 34 de la ley 24.240 y el art. 1110 del CCCN - 3. ¿Cómo funciona el cerebro del consumidor? - 4. El consumidor: impulsivo e irreflexivo al comprar, pero racional al ser juzgado - 5. Conclusión

 

 1. Introducción

 

En nuestra sociedad existen numerosas prácticas ilícitas que se naturalizan y logran obtener una apariencia de legalidad, sin fundamento alguno. Tal es el grado de naturalización de dichas prácticas que incluso desde la judicatura, en numerosas oportunidades, no son sancionadas por ese galardón injustamente adjudicado.

 

Una de estas prácticas es la venta de pasajes aéreos por internet no sujetos a cancelación o reembolso, por parte de las compañías aéreas. En este breve artículo, analizaré por qué considero que la venta de pasajes bajo esta modalidad es un ilícito anunciado y cuáles son las consecuencias jurídicas que ello debería acarrear en torno al derecho de revocación de la aceptación contractual.

 

 

2. Incumplimiento premeditado del derecho de arrepentimiento

 

La publicidad realizada por una compañía aérea, en su sitio web o app, respecto de la venta de pasajes aéreos bajo la modalidad no sujeta a cancelación o reembolso implica, de su parte, el anuncio de una conducta ilícita por su propia naturaleza.

 

Los conflictos se desatan cuando un consumidor que adquiere un pasaje bajo esta modalidad desea ejercer su derecho de revocación de la aceptación, también llamado derecho de arrepentimiento[2], previsto en los arts. 34 de la ley 24.240 y 1110 del CCCN[3]. Frente a dicha petición, las compañías aéreas suelen responder que dicha normativa no les resulta aplicable.

 

La excusa, es el art. 63 de la ley 24.240[4], tan abrazado por estas, conforme al cual, para los contratos de transporte aéreo, se establece la aplicación de las normas del Código Aeronáutico, los tratados internacionales y, supletoriamente, la ley 24.240.

 

Este pretexto empleado con habitualidad por parte de las compañías aéreas, para colmo de males, se encuentra avalado por la jurisprudencia, en especial por muchos fallos del Fuero Civil y Comercial Federal, que es aquél en el cual aquéllas encuentran más comodidad para litigar por la habitual benevolencia de los decisorios.

 

 

3. ¿Cómo funciona el cerebro del consumidor?

 

Antes de avanzar con un reciente precedente que disparó mi motivación para redactar estas líneas, debemos tener presente que cuando la compañía aérea ofrece al consumidor, mediante su aparato publicitario digital, la venta de pasajes aéreos no cancelables o no reembolsables, está llevando a cabo una estrategia de neuromarketing[5] consistente en apuntar a la zona del cerebro no racional del consumidor, es decir, al límbico -relacionado a lo emocional- y al reptiliano -referente a lo instintivo-, siguiendo la clasificación de cerebro triuno desarrollada por Paul MacLean[6].

 

En palabras de Liliana Alvarado, “Los factores de compra no son necesariamente racionales y lógicos, el mercado evalúa atributos intangibles en perjuicio de los tangibles”[7], quien luego cita a Hans George Hausel para afirmar que “las decisiones de compra de los consumidores responden menos de lo que se esperaría a motivaciones como el precio o los argumentos del producto, las emociones son el factor decisivo. Entre el 70 y 80% de las decisiones se toman de forma inconsciente, basados en la emoción”.

 

De esta manera, puesto que “la mayoría de las decisiones son tomadas por los cerebros reptil y límbico, siendo el córtex el que justifica en la mayoría de las oportunidades la ejecución de la compra ya realizada por el consumidor”[8], es imperioso analizar cuál es la finalidad de la publicidad de venta de pasajes aéreos sin reembolso ni posibilidad de cancelación.

 

¿Cuál es el mensaje transmitido al consumidor? La respuesta es sencilla: “¡Comprá rápidamente este pasaje ya que no vas a conseguirlo tan barato en unos minutos!”; “¡Otro comprador te ganará y lo obtendrá!”; “¡Él viajará en el mismo avión que vos, pero habiendo pagado la mitad!”; “No esperes a mañana”; y otros tantos eslóganes con los que estamos familiarizados.

 

Es decir que mientras que la empresa fomenta la compra impulsiva e irreflexiva por parte del consumidor, a su vez pretende, ulteriormente y una vez conseguido el objetivo de venta, negarle a ese mismo consumidor la posibilidad de ejercer un derecho de arrepentimiento cuyo espíritu es, precisamente, protegerlo ante una compra impulsiva e irreflexiva.

 

Nos preguntamos, entonces, ¿cuál es la respuesta de la judicatura frente a este comportamiento incoherente y malicioso de las compañías aéreas?

 

 

4. El consumidor: impulsivo e irreflexivo al comprar, pero racional al ser juzgado

 

Una de las motivaciones para escribir estas líneas fue el reciente dictado del fallo Sclavo[9], en el cual se rechazó la demanda y se denegó al consumidor su derecho de ejercer su derecho al arrepentimiento, a mi entender, sin fundamentos jurídicos válidos.

 

El fallo argumentó que la negativa halla como causa la aplicación supletoria de la Ley de Defensa del Consumidor en materia aeronáutica, con sustento en el ya mencionado art. 63 de la ley 24.240. Entonces, mediante un completo paralogismo, se arribó a la conclusión de que la respuesta al interrogante acerca de la existencia o no de un derecho de arrepentimiento para el consumidor se encuentra en el art. 109 del Código Aeronáutico y en la Resolución 1532/1998 (BO 10/12/1998) del entonces Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos.

 

Veamos qué dice cada una de las normas referenciadas.

 

El art. 109 del Código Aeronáutico dice: “Los itinerarios, frecuencias, capacidad y horarios correspondientes a los servicios de transporte aéreo regular y las tarifas en todos los casos, serán sometidos a aprobación previa de la autoridad aeronáutica”.

 

La Resolución 1532/1998 del entonces Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos, en lo que concierte a la resolución de este caso, dice que “Según lo establecido en las regulaciones del transportador, algunas tarifas pueden tener condiciones que limiten o excluyan el derecho del pasajero a cambiar o cancelar reservas, así como que el cambio o cancelación de reservas esté sujeto a un cargo”.

 

En cuanto al art. 109 del Código Aeronáutico, de ninguna manera puede llegar a inferirse que dicha norma implica la regulación específica del derecho de arrepentimiento o se manifieste por su no aplicabilidad en el ámbito aeronáutico, ya que se trata de una norma genérica.

 

Respecto de la Resolución 1532/1998 del entonces Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos, es fundamental señalar que:

a) El art. 63 de la ley 24.240 supedita la aplicación de esta ley a las normas del Código Aeronáutico y a los tratados internacionales, no a resoluciones ministeriales de menor jerarquía;

 

b) La aplicación de una resolución ministerial por sobre una ley de orden público (art. 65 de la ley 24.240) y jerarquía constitucional (art. 42 de la Constitución Nacional) como lo es la Ley de Defensa del Consumidor, implica una aplicación inversa de los criterios de prelación normativa;

 

c) Sin perjuicio de los dos ítems anteriores, los cuales serían suficientes para echar por tierra la solución a la cual se arribó en el fallo, una interpretación armónica de la resolución ministerial y el derecho de arrepentimiento consumeril, no podría arrojar como solución lógica la anulación de este último a manos de la primera, que bien podría habilitar la existencia de ciertas condiciones relativas a las tarifas, cancelaciones y reembolsos, pero jamás dentro del período de reflexión otorgado al consumidor por los arts. 34 de la ley 24.240 y 1110 del CCCN.

 

Una de las conclusiones más decepcionantes del fallo Sclavo es aquella que reza “Es nítido que el carácter no reembolsable previsto en la modalidad de contratación objetada se justifica, como contrapartida, en el menor precio de los boletos”[10]. Según este razonamiento, el hecho de promocionar pasajes a costos menores habilitaría a la compañía aérea a incumplir mandatos legales y constitucionales. Esto no es justo desde ningún punto de vista.

 

Advertimos, de esta manera, como el consumidor, impulsivo e irreflexivo al comprar, factor que se explota mediante el empleo del neuromarketing, es evaluado como si fuese un ser absolutamente racional al momento de ser juzgado, privándoselo injustamente del ejercicio de un derecho subjetivo de jerarquía constitucional, como el derecho al arrepentimiento en las compras a distancia.

 

 

5. Conclusión

 

Por lo señalado me permito concluir que la publicidad por internet de pasajes aéreos sin posibilidad de cancelación o reembolso constituye una crónica de un ilícito anunciado por parte de las compañías aéreas, que es necesario comenzar a repeler, fundamentalmente desde la jurisprudencia, que tiene el deber de interpretar y juzgar al consumidor de acuerdo con aquello que en realidad es y no desde el estándar de un ser absolutamente racional, debido a que la ciencia ya nos ha demostrado que no lo es.

 

De lo contrario, seguiremos encontrando soluciones injustas a problemas cotidianos, contrarias a los principios básicos que deben operar y primar en materia de protección al consumidor.

 

Por ello, el derecho de arrepentimiento que emana de los arts. 34 de la ley 24.240 y 1110 del CCCN es plenamente aplicable a los contratos de transporte aéreo, aún como consecuencia de la aplicación supletoria de la Ley de Defensa del Consumidor.

 

Es mi deseo, ya que ante todo soy optimista, que en el futuro proliferen decisiones judiciales que contemplen la importancia del derecho del consumo y sean residuales aquellas que buscan desplazarlo mediante paralogismos inundados, para arribar a conclusiones que favorecen los intereses de quienes intencionalmente incumplen las normas fundamentales.

 

 



(*) Abogado (UBA). Especialista en Derecho de Daños (UBA). Profesor adjunto en Contratos Civiles y Comerciales (UBA). Docente en Derechos del Consumidor (UBA) y en Responsabilidad de las Redes Sociales y Plataformas Digitales (UBA). Docente en cursos de Posgrado Accidentes de Tránsito y Transporte (UBA) y Nuevas Tecnologías y su Impacto en los Contratos y el Derecho de daños (UBA).

[1] DE UNAMUNO, Miguel. Del sentimiento trágico de la vida. Pág. 261. Planeta. Buenos Aires. 1993 (Edición original del año 1913).

[2] VÁZQUEZ, Nélida Graciela. Ventas domiciliarias y fuera de los lugares propios de comercialización, en GHERSI, Carlos A. y WEINGARTEN, Celia. Consumidores y Usuarios: Cómo Defender sus Derechos. Pág. 483. Tomo I. Nova Tesis. Rosario. 2015.

[3] Art. 34 – Ley 24.240. — Revocación de aceptación. En los casos previstos en los artículos 32 y 33 de la presente ley, el consumidor tiene derecho a revocar la aceptación durante el plazo de DIEZ (10) días corridos contados a partir de la fecha en que se entregue el bien o se celebre el contrato, lo último que ocurra, sin responsabilidad alguna. Esta facultad no puede ser dispensada ni renunciada. El vendedor debe informar por escrito al consumidor de esta facultad de revocación en todo documento que con motivo de venta le sea presentado al consumidor. Tal información debe ser incluida en forma clara y notoria. El consumidor debe poner el bien a disposición del vendedor y los gastos de devolución son por cuenta de este último.

Art. 1110 – CCCN. Revocación. En los contratos celebrados fuera de los establecimientos comerciales y a distancia, el consumidor tiene el derecho irrenunciable de revocar la aceptación dentro de los diez días computados a partir de la celebración del contrato. Si la aceptación es posterior a la entrega del bien, el plazo debe comenzar a correr desde que esta última se produce. Si el plazo vence en día inhábil, se prorroga hasta el primer día hábil siguiente. Las cláusulas, pactos o cualquier modalidad aceptada por el consumidor durante este período que tengan por resultado la imposibilidad de ejercer el derecho de revocación se tienen por no escritos.

[4] Art. 63 – Ley 24.240. Para el supuesto de contrato de transporte aéreo, se aplicarán las normas del Código Aeronáutico, los tratados internacionales y, supletoriamente, la presente ley.

[5] SOBRINO, Waldo. Contratos, neurociencias e inteligencia artificial. Pág. 236. La Ley. CABA. 2020.

[6] MACLEAN, Paul. A triune concept of the brain and behavior. Toronto: The Ontario Mental Health Foundation by University of Toronto Press. 1973.

[7] ALVARADO, Liliana. Brainketing. Pág. 16. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Lima. 2013.

[8] ROJAS KLAUER, Carlos. El alcance del deber de información en materia de protección al consumidor: un replanteamiento desde el derecho y economía conductual y el neuromarketing. THEMIS Revista De Derecho, (62). 2012. Recuperado a partir de https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/themis/article/view/9014

[9] Sclavo, Pablo Martín c/ FB Líneas Aéreas S.A. s/ Daños y Perjuicios. Cámara Civil y Comercial Federal. Sala III. 25/8/2022.

[10] Sclavo, Pablo Martín c/ FB Líneas Aéreas S.A. s/ Daños y Perjuicios. Cámara Civil y Comercial Federal. Sala III. 25/8/2022

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23 jul 2022

Destino circular: el mar y las sierras en bicicleta

 Después de haber unido el mar y las sierras por primera vez con Nati, en enero de 2021 (https://tinyurl.com/3zutm2ku), quedó en mi mente otro recorrido alternativo, que fue el realizado en este julio de 2022. 

El origen y el destino, fue nuevamente Santa Clara del Mar. Los caminos elegidos, 100% rurales, con mezcla de tierra, ripio, barro, arenilla, y otros menesteres que serán descriptos a lo largo del relato. A excepción de algunos poquísimos kilómetros en los cuales me vi obligado a pedalear por ruta, la evité en todo momento, ya que el viaje fue planeado en su totalidad por caminos de tierra.

Planificar un viaje en bicicleta en invierno implica, al menos en lo personal, pensar en recorridos más cortos, acorde a la duración de los días y al frío, que cuando es intenso, desgasta en demasía.

Santa Clara del Mar - Vivoratá - Laguna Brava

Distancia: 74 km

Enlace Wikiloc: https://tinyurl.com/34htznru

Partiendo desde Santa Clara del Mar, en dirección hacia Mar de Cobo, nace un sendero rural recto que nos deposita en Vivoratá. En él, encontrarán la Escuela Nº20 (Jorge Oster), que siempre recordaré por haber obrado de proveedora de agua en un caluroso día de verano en el cual uní Santa Clara del Mar con Nahuel Rucá (https://tinyurl.com/22yh449a).



Desde Vivoratá, otro terraplén nos permitirá llegar a El Dorado, que se encuentra a unos pocos metros de Laguna Brava. Como podrán advertir, las sierras comienzan a verse en esta parte del recorrido, por lo cual se convierten en una interesante meta: cuanto más grandes las veamos, más cerca estaremos de cumplir el objetivo.



Al llegar a El Dorado, que se encuentra en la intersección entre el sendero rural y la ruta 226, se encuentra el paraje El Carmen, donde es posible abastecerse y charlar un buen rato con sus amables dueños.




Para arribar a Laguna Brava, hay que tomar la ruta 226 por unos pocos cientos de metros (con generosa banquina). Durante el tramo total, se asciende gradualmente todo el tiempo hasta una altura de 130 metros, lo cual influye en el desgaste físico, más cuando -como en mi caso- esto viene acompañado de un abrumador viento en contra que tuve que soportar golpeadomé la cara durante todo el día. Pero así son los viajes en bicicleta: el viento siempre estará en contra (ya veremos que no siempre) y el clima siempre se comportará en contra del ciclista (idem anterior).







Laguna Brava - Balcarce


Distancia: 41 km

Enlace Wikiloc: https://tinyurl.com/2azudfup

Desde Laguna Brava, lugar hermosísimo para pasar la noche, nace un camino de tierra que nos permite rodear la sierra El Volcán y admirarla desde los cuatro costados, mientras pedaleamos por un sendero que nos ofrece una laguna y muchos sectores arbolados.




Las fotos anteriores fueron tomadas a las apuradas, ya que ese día nos recibió con -7ºC de sensación térmica, por lo cual no resultaba demasiado tentador ni dejar de pedalear, ni sacarse los gauntes para tomar demasiadas fotos.



En este hermosísimo y breve tramo, se asciende un total de 115 metros, de manera gradual y sin que implique dificultad alguna para pedalear. Sabemos que en estos lugares de la Provincia de Buenos Aires, nuestro enemigo siempre será el viento, no las cuestas pronunciadas.




A medida que nos acercamos a Balcarce, la sierra El Volcán se puede apreciar cada vez mejor. Y Balcarce me recibió con un ocaso para el recuerdo, que compensó con creces la helada matutina.




Balcarce - Los Pinos - San Agustín - Mechongué

Distancia: 49 km

Enlace Wikiloc: https://tinyurl.com/y5jzt3r

Este tramo fue, sin dudas, el más lindo de todo el viaje. Cuando uno viaja en bicicleta, no todos los caminos son divertidos. A veces, importa el destino y por él se pedalean kilómetros y kilómetros de monotonía. Otras veces, el atractivo está en el camino y el destino es una excusa. En otras oportunidades, es lindo el camino, el destino y también lo que encontramos en el medio. Este tramo, pertenece a este último grupo. Y como si esto fuera poco, se descienden 120 metros de manera gradual, lo cual indica que vamos dejando la sierra para acercarnos al mar.




A poquísimos metros de dejar Balcarce, nos adentramos en un paisaje rural divino, con restos de ferrocarriles que alguna vez dotaron de vida a ciudades que luego se convirtieron en poblados pequeñísimos.

Los Pinos nos recibe con una esquina que nos demuestra a gritos en dónde nos encontramos. El pueblo tiene varias esquinas con surtidores de combustible antiguos, que es algo que me apasiona encontrar en el camino.







Otro atractivo del pueblo es la estación de tren, a la cual se puede acceder perfectamente.






Tras algunas vueltas por las pocas manzanas existentes en Los Pinos, continué camino hacia San Agustín. Entre estos dos pueblos, perdí totalmente la señal del celular, lo cual me impidió incluso utilizar la geolocalización. Lo positivo es que aún sin ayuda digital, es relativamente fácil llegar a San Agustín, ya que la referencia clave es la sierra siempre a nuestras espaldas. 

El tramo entre Los Pinos y San Agustín está minado de piedras de gran tamaño, por lo cual es importante conducir con precaución para no dañar la bicicleta -¡no olvidemos que vamos con muchos kilos en nuestras alforjas!- y no dejarse tentar por las bajadas que nos invitan a aumentar la velocidad.




Anticipé que el recorrido es una preciosura y las fotos lo demuestran. Dejando atrás una escena que a cualquier amante de Divididos le llamará la atención y desviándonos apenas unos kilómetros en dirección hacia el norte (nuestro este), llegaremos a San Agustín, un pueblo bellísimo, en el cual podemos apreciar su estación de ferrocarril, monumentos y hermosas plazas.
















 

Después de haber visitado San Agustín, el día mejoraba sin solución de continuidad. La temperatura seguía en ascenso -llegó a los 17ºC, cuando apenas un día antes la sensación térmica fue de -7ºC- y el viento a favor no hizo más que convertir en un paseo la llegada a Mechongué.







En Mechongué nos da la bienvenida el Gauchito Gil y una calle principal que atraviesa el pequeño poblado, dejando la estación del ferrocarril a la izquierda y el resto, a nuestra derecha. La estación del ferrocarril de Mechongué está perfectamente mantenida y cuidada. Allí funciona un museo que puede visitarse algunos días a la semana. 








"¿Y acá dónde te vas a quedar a dormir?", me preguntó el dueño de la Parilla "Los Amigos", famosa en Mechongué, en la cual pude degustar unos riquísimos ravioles acompañados con un vino tinto. La respuesta fue "en lo de Mary, alquila su casa a unas pocas cuadras, la contacté por Airbnb". Antes de llegar a Mechongué, había reservado una noche en lo de Mary, una persona verdaderamente maravillosa a quien recomiendo contactar si tienen pensado pasar la noche en este tranquilo pueblo de poco más de mil habitantes. De más está decir, que el dueño de "Los Amigos" conocía a Mary, y a todas las personas que viven en Mechongué.


Mechongué - Mar del Sur - Miramar - Chapadmalal

Distancia: 82 km

Enlace Wikiloc: https://tinyurl.com/yp892kbd




Arranqué pedaleando desde Mechongué, con la intención de tomar un camino de tierra que desembocaría en la ruta 88, lo cual se frustró -como podrán ver en el recorrido en Wikiloc- cuando a poco de comenzar, me topé con una tranquera que me impidió continuar. Un nuevo camino público que queda en manos de privados. Y van...


Por fortuna, el camino alternativo al planeado fue el denominado vecinal, que si bien es de asfalto, prácticamente carece de tránsito vehicular, sobre todo temprano en la mañana. Este camino desemboca en la ruta 88 y a poco de la intersección, nos ofrece un muy lindo paisaje protagonizado por los molinos de viento del Parque Eólico Vientos de Miramar.






Tras toparme con la ruta 88, debí tomarla por 5 km hasta llegar a otro camino rural que nace frente al Paraje San José. Este camino es de esos en los cuales cuenta encontrar la huella para pedalear sin rebotar constantemente porque se encuentra en un estado bastante calamitoso. Pero no es demasiado lo que hay que pedalear -poco más de 15 km- para llegar a Mar del Sur, que nos recibe con una vista hermosa.






Desde Mar del Sur, tomé otro sendero rural -la ex ruta 11- en dirección hacia Miramar. El camino está absolutamente descuidado hasta poco antes de llegar a Miramar, donde se torna más cómodo para pedalear. No hay prácticamente ninguna huella, pero sí barro y montículos de tierra seca que nos obligan a conducir con precaución para cuidar nuestra bici.
El paisaje del tramo es muy lindo y nos da la posibilidad de ingresar a Miramar tras atravesar un largo seto.






Después de un riquísimo almuerzo en Miramar, continúe con destino a Chapadmalal, siempre por caminos de tierra paralelos a la ruta 11. Sinceramente, no esperaba demasiado de este tramo, pero me deslumbró. Por momentos se pedalea en senderos por los cuales prácticamente no transita nunca ninguna persona, ya que hasta se los ve llenos de pasto y sin huellas. De pronto, es necesario internarse en un corto sendero de unos 3 km para luego arribar a Chapadmalal y allí continuar por la calle de tierra paralela a la ruta 11, que será la que nos permitirá atravesar el pueblo y llegar a su pequeña zona céntrica.






Chapadmalal - Mar del Plata - Santa Clara del Mar


Distancia: 48 km


Enlace Wikiloc: https://tinyurl.com/3bdwwmb8


Así llegué al último tramo del viaje y quinto día del recorrido. Saliendo de Chapadmalal, es posible continuar evitando la ruta 11 por senderos de tierra paralelos a esta, hasta que resulta obligado pasar al asfalto a la altura de la Barranca de los Lobos. Allí no queda más que continuar pedaleando hasta toparse con el sur de la siempre hostil Mar del Plata, que afortunadamente en invierno presenta niveles de agresividad bastante menores, por lo cual uno puede concentrarse más en su precioso paisaje costero mientras pedalea y la atraviesa.
Después de una escala bien marplatense en el café Havanna, tomé la bicisenda que une Mar del Plata y Santa Clara del Mar, para finalizar así un nuevo viaje a bordo de mi bicicleta.






Otro viaje concluido en bicicleta que no hace más que confirmar lo apasionante que resulta cargar todo el equipaje a bordo de nuestras dos ruedas y pedalear contra viento y marea.
Hasta la próxima, gracias por leer.


Actualización 24/1/2024. Por cualquier comentario o requerimiento de información, escribirme a leonelciliberto@gmail.com, ya que Blogspot dejó de notificarme acerca de la existencia de nuevos comentarios.