"Como lo muestra la sobrevaloración de la diversión. Los programas “divertidos” tienen mucho rating – y el rating es lo supremo – no importa a costa de qué valor, ni quién lo financia. Son esos programas donde divertirse es degradar, o donde todo se banaliza. Como si habiendo perdido la capacidad para la grandeza, nos conformáramos con una comedia de regular calidad. La desesperación por divertirse tiene sabor a decadencia."
Ernesto Sábato.
La Resistencia.