"Amélie" puede ser una película fantástica para algunos y regular u ordinaria, como más les guste, para otros - dentro de estos últimos me incluyo -, pero de ella emergen dos consecuencias muy importantes. La primera - positiva -, es que nos deja una banda de sonido a cuestas que es maravillosa. La segunda - detestable - es un sinnúmero de chicas que creen que imitando a la protagonista de la película, en los aspectos fáciles de copiar, van a encontrar al amor de sus vidas.
Por eso, y con humor, dígale "¡No!" a la mujer que se corta el pelo y pone una cara que pretende denotar su excentricidad durante las veinticuatro horas del día, por el mero hecho de haber visto una película.