Si algo aprendí de los recitales, es que no se puede transmitir lo que uno vivió.
Por lo tanto, un "gracias Flaco" por la noche histórica de ayer, por la innumerable cantidad de músicos invitados, por juntar a Pescado Rabioso, Almendra e Invisible. Por dejarme disfrutar del genial Javier Malosetti y de la voz de David Lebón (entre otros).
Y por las cinco horas de música.
3 comentarios:
Cinco horas,tenemos cubiertas las corcheas en sangre al menos hasta Marzo.
Y en Marzo veo venir una SÉPTIMA NOCHE PÚRPURA.
Oh oh!
Cinco horas y media Leo, increible, sublime. Es cierto, es imposible describirlo con palabras...habia que estar ahi, vivirlo, sentirlo con la piel erizada y los ojos brillando...
Publicar un comentario