Siempre me gustó Dire Straits. Al momento de ir a ver a Knopfler, no conocía demasiado acerca de su carrera solista, pero sabía que no iba a defraudarme.
No sólo no me defraudó, sino que por el contrario, fue uno de los mejores conciertos que vi. Impecable. Ésa es la palabra para describirlo. Sutíl de principio a fin. El inolvidable arranque con "Calling Elvis" y una seguidilla de los mejores temas de la banda que supo liderar durante años, además de hermosas perlas de su carrera solista.
Todavía puedo recordar el salto de una persona que se encontraba en las primeras filas al escuchar el riff de "Money For Nothing", ni el "olor a Sultanes del ritmo".
Y para cerrar, un bis interminable, improvisado en el momento (Mark llegó a juntar a la banda para decidir qué tema iban a tocar, ya que no tenían planeado seguir durante tanto tiempo).
Una noche fenomental que nunca olvidaré.
3 comentarios:
Una total devolución de cariño hacia la gente, Mark se estaba divirtiendo junto a la gente, una gran experiencia calida y emotiva...recuerdo a un enano que se arranco la cuticula de una dentellada por la ansiedad.....remember?
¡¡Todavía puedo ver mi dedo mayor sangrando a lo loco!!
¡Qué ansiedad!
¿Te acordás que el de atrás se quedó dormido y yo me indigné?
No podias entender su aburrimiento, toda la noche, o mejor dicho el espacio que habia entre canción y canción, era dedicarle una mirada furiosa a ese pobre chico.
Y bueh no todo el mundo esta acostumbrado a las piedras preciosas, esta a quel que se encandila con el brillo del plástico.
(COMO ODIO ESE MATERIAL PLASSSSSTICO)
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