Tantas veces me sorprendo de mí mismo... Por momentos me asusto, pero la razón me da la razón al instante.
¿Resulta que soy un monstruo por poseer la capacidad de olvidar?
Nadie me está acusando, ni mucho menos. El tema es otro: para ser bueno, ¿Hay que recordar, apenarse, llorar, apearse, entristecerse, añorar esos amores que no fueron, los que fueron y fracasaron, los que nunca existieron?
¿Soy una mala persona por tener la facultad de olvidar en cinco minutos a quien formó parte de mi vida durante semanas, meses o incluso años?
Además, tengo memoria, pero acá encontramos la distancia entre el recuerdo y la memoria.
Tengo memoria para lo útil, pareciera que mi cerebro está programado para evitar el recuerdo de los infortunios. Siempre seguir adelante y recordar lo bueno. Lo malo, se recuerda con risas, para hacerlo ameno.
Tampoco hablo de superación, palabra tan de moda y de tapa de libro de auto-ayuda.
No olvido a las personas, olvido lo que no tiene sentido recordar. Lo que recuerdo, es lo positivo. Y si recuerdo lo negativo, es para alimentar mi capacidad de olvidar.
Aborrezco cada vez más "A esos hombres tristes", citando al Flaco, hasta el punto de querer insultarlos.
Me doy cuenta de que están de moda las peleas para ver quién es el más desgraciado. Hasta imagino una celebración, en la que todos los que derraman esas cataratas de momentos desagradables, los exponen al público y un jurado de hombres tristes decide cuál es más desafortunado.
El desgraciado, aborrecible e inescrupuloso Leonel
¿Resulta que soy un monstruo por poseer la capacidad de olvidar?
Nadie me está acusando, ni mucho menos. El tema es otro: para ser bueno, ¿Hay que recordar, apenarse, llorar, apearse, entristecerse, añorar esos amores que no fueron, los que fueron y fracasaron, los que nunca existieron?
¿Soy una mala persona por tener la facultad de olvidar en cinco minutos a quien formó parte de mi vida durante semanas, meses o incluso años?
Además, tengo memoria, pero acá encontramos la distancia entre el recuerdo y la memoria.
Tengo memoria para lo útil, pareciera que mi cerebro está programado para evitar el recuerdo de los infortunios. Siempre seguir adelante y recordar lo bueno. Lo malo, se recuerda con risas, para hacerlo ameno.
Tampoco hablo de superación, palabra tan de moda y de tapa de libro de auto-ayuda.
No olvido a las personas, olvido lo que no tiene sentido recordar. Lo que recuerdo, es lo positivo. Y si recuerdo lo negativo, es para alimentar mi capacidad de olvidar.
Aborrezco cada vez más "A esos hombres tristes", citando al Flaco, hasta el punto de querer insultarlos.
Me doy cuenta de que están de moda las peleas para ver quién es el más desgraciado. Hasta imagino una celebración, en la que todos los que derraman esas cataratas de momentos desagradables, los exponen al público y un jurado de hombres tristes decide cuál es más desafortunado.
El desgraciado, aborrecible e inescrupuloso Leonel
8 comentarios:
Así tendría que ser. No nos tendría que importar nada.
Amén.
Olvidar o recordar, seguir adelante o quedarse en el pasado, que nada trascienda por ti o que tan pocos años de vida te marquen de una forma unica. Me quedo pensando.
Hare Krishna.
Si a tu edad vivieses de melancolia, recuerdo de lo no hecho, pensando en personas que ya no forman parte de tu vida, estarias enfermo.
Las parsonas que se aferran al ayer es que no tienen planes para mañana y cierran todas las puertas a las personas geniales que andan pululando por todas partes.
Sobrino no sos aborrecible ni inescrupuloso, simplemente te gusta vivir de la mejor manera posible.
Y NO LO DIGO COMO TIA!!!!
Esa simpleza y practicidad que te caracterizan.
Si señores, envidienme, tengo una tía hermosa.
Me dejaste pensando durante largas horas con ese comentario...
¿Sabés cuánta gente conozco que actúa de esa forma? Puf...
Mirar hacia adelante asusta, por eso uno se protege en un casacaron de lo conocido, EL PASADO: y personalmente creo que es una actitud comoda y cobarde en algunas personas, no se puede juzgar a todos por igual.
así no se hace nada y se le hecha la culpa a otros, o en el peor de los casos, la gente mayor lo hace, al destino.
Vivir es movimiento permanente, estancarse es morir aun respirando. Es la decisión entre VIVIR o EXISTIR.
Y ahora la pregunta pava....¿porque llegamos a este discurso tan Krisnamurtiano?
Dicen que "la memoria es selectiva".
Pero para ir a los hechos, yo creería que el cerebro es lo suficientemente inteligente como "borrar" ciertos recuerdos.
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